martes, 10 de abril de 2012

El Cardo - Antioxidante y reconstituyente Hepático

El Cardo Mariano o Cardo Lechero



Lejos de despreciar esta tradición popular sería bueno considerar que - como todo mito - encierra una verdad expresada de otra forma. 
Hoy en día sabemos, gracias a la investigación científica, que todas las plantas veneradas en la Antigüedad y en la Edad Media como mágicas o sagradas tienen amplias propiedades terapéuticas. 
El cardo mariano merece con justicia estar asociado a una figura venerada, pues tiene el poder de regenerar las células del hígado. 

PROPIEDADES: 
Antioxidante, protector hepático y reconstituyente de la célula hepática. Carece en absoluto de toxicidad y de efectos secundarios. 

COMPOSICIÓN QUÍMICA: 
el principio activo más importante es la silimarina, una mezcla de tres flavolignanos. Contiene también principios amargos, resinas y aceites esenciales. 


EL HÍGADO: ESE OBRERO INCANSABLE Y DESCONOCIDO 
Trabaja día y noche, no descansa jamás y cumple más de 500 funciones en nuestro organismo, algunas de ellas todavía mal conocidas. 
Transforma las proteínas, las grasas y los azúcares para que puedan ser utilizados por nuestros órganos y tejidos. 
Elabora la bilis que en parte se almacena en la vesícula biliar. 
Fabrica la hemoglobina y otras sustancias imprescindibles para la sangre. 
Produce la materia prima necesaria para la formación de los anticuerpos, que son los que eliminan los virus. 
Elabora las globulinas, que también participan del sistema defensivo. 
Y como si esto fuera poco, se encarga de neutralizar toda sustancia tóxica, venenosa, nociva para nuestro organismo. 

SIGNOS DE MALESTAR HEPÁTICO 
Maltratado por nuestra forma de vida y generalmente malinterpretado, nuestro hígado sin embargo da sus señales. 
Contrariamente a lo que se supone, las clásicas "pataletas" no son de origen hepático sino causadas por las contracciones excesivas de la vesícula generalmente por disgustos y tensiones nerviosas. 
El hígado no duele, salvo que estemos muy enfermos. Es más, la mayoría de las personas creen gozar de salud hepática porque su hepatograma está en los valores normales. No obstante debemos advertir que los análisis de rutina sólo revelan que no hay enfermedades serias. 
A pesar de todo, hay señales inequívocas de un mal funcionamiento del hígado: acné, picores, urticarias, sarpullidos, dolor de cabeza, fatiga, gases, hinchazón, desórdenes autoinmunes. 

VENENOS 
Una mala alimentación es de por sí agresiva para el hígado. Frituras, salsas fritas, fiambres, embutidos, comida rápida, hamburguesas, salchichas, tabaco y alcohol obligan a nuestro noble órgano a una cuota extra de trabajo. 
Pero aún en el caso de que nuestra alimentación fuera más o menos "sana", hoy en día estamos expuestos a innumerables contaminantes que es una forma de decir venenos: desde los aditivos de los alimentos hasta el gas que despiden los escapes de los coches, pasando por los pesticidas y hormonas presentes en las verduras y en las carnes. 
Somos agredidos por miles de sustancias tóxicas en el aire, en el agua y en los utensillos y productos de uso diario. ¡Y todo esto es neutralizado por el hígado! 

CUÁNDO TOMAR CARDO MARIANO 
Después de haber tomado medicamentos como antibióticos, que afectan a la flora intestinal y al funcionamiento hepático o cualquier remedio que se haya tomado más de dos o tres días. 
Acompañando un tratamiento de obesidad o celulitis: pues ayuda a procesar las toxinas conjuntamente con la grasa. De este modo contribuye al adelgazamiento. 
Para dolores articulares, reuma, ciática, artritis, artrosis, gota: afecciones en las que se acumulan toxinas en las articulaciones que deben ser eliminadas estimulando el buen funcionamiento del riñón y del hígado. 
Cuando hay señales como las que detallamos anteriormente. 
En el tratamiento de enfermedades que destruyen la célula hepática como hepatitis y cirrosis. 


CÓMO TOMARLO 
En infusión a razón de una cucharadita de semillas por cada taza de agua hirviendo. Dejar reposar de 10 a 20 minutos. Tomar tres tazas por día, a la mañana en ayunas, media hora antes de las comidas y por la noche antes de ir a dormir. 
Una forma práctica es la tintura, se toman 30 gotas en un poco de agua de dos a tres veces por día. 

Después de haberlo conocido, si llega a crecer en su jardín creo que, lejos de arrancarlo como un yuyo dañino y espinoso, usted se verá más inclinado a venerarlo, como hacían los antiguos. 








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